En el 2020, mi trayectoria como líder comunitario y profesional me impulsó a postularme para diputado por Santo Domingo. Representando a una coalición de partidos minoritarios en la casilla número 7, mi campaña fue un reflejo de mi compromiso con el servicio a la comunidad. A pesar del apoyo contundente de mis seguidores, enfrenté retos que pusieron en duda los resultados electorales.
La circunscripción número 3 de Santo Domingo Este, conocida por su complejidad debido a la gran cantidad de colegios electorales, presentó obstáculos significativos. La falta de delegados, el apoyo parcial de la coalición y las irregularidades en el conteo de votos afectaron mi posición, pasando del primer lugar entre once candidatos a obtener solo una plaza por el método de Hondt. No obstante, en San Luis, mi comunidad, obtuve más del 60% de los votos, sobresaliendo entre más de 50 candidatos.
Esta vivencia electoral fortaleció mi dedicación a la integridad y la transparencia, consolidando mi visión de la política como un medio para el cambio auténtico y el servicio altruista. Durante la pandemia de COVID-19, prioricé la salud y seguridad de la población, reduciendo los eventos presenciales y manteniendo las iniciativas sociales y comunitarias. Posteriormente, a través de la fundación educativa y cultural Pascual Leocadio, cumplí con la mayoría de mis promesas electorales.
Mi agradecimiento a la comunidad de San Luis es inmenso. A pesar de las maniobras en el proceso electoral, sigo comprometido con mi liderazgo y labor social, apoyando a la fundación con recursos propios y la ayuda de amigos y familiares.
Tras la campaña, en 2022, fui elegido vicedecano de la facultad de ciencias de la educación en la UASD, marcando un hito como el primer hombre en ocupar dicho cargo, el cual ejerzo con gran responsabilidad.
Con las elecciones generales del 19 de mayo de 2024 en el horizonte, y frente a numerosas peticiones para asumir roles políticos destacados o apoyar a ciertos candidatos, he optado por mantenerme leal a mis principios y al bienestar de mi comunidad, rechazando ofertas de individuos que no comparten mis valores. He visto cómo algunos cambian su dignidad por beneficios personales, pero yo elijo forjar un legado basado en el servicio sincero y un liderazgo ético.
Comparto estas reflexiones junto con imágenes que capturan la esencia de nuestra campaña y el trabajo comunitario, pilares de mi compromiso. La política, para mí, es una ruta de servicio; y aunque esté llena de desafíos, sigo adelante con orgullo y la esperanza de que nuestro país sea dirigido por aquellos con verdadera vocación de servicio y un deseo genuino de servir a la nación.
