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“El tiempo se agotó”, dice Abinader sobre intervención internacional en Haití

En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, el mandatario dominicano pidió un despliegue inmediato de una fuerza multinacional en Haití

Así como lo hizo hace dos años, el presidente  Luis Abinader reiteró este miércoles de manera contundente en su discuros ante las Naciones Unidas que “no hay ni habrá nunca solución dominicana al problema haitiano”, sino que esa parte está en manos de la comunidad internacional.

En ese sentido, el jefe de Estado solicitó a la Asamblea de las Naciones Unidas “redoblar sus esfuerzos por lograr el despliegue inmediato de la fuerza multinacional en Haití”.

«Hacemos también un llamado al Consejo de Seguridad a aprobar dicha resolución, ¡Ahora! Porque el tiempo se agotó»Luis AbinaderPresidente de la República.

Ante la ONU,  se pronunció sobre el cambio climático, los altos precios del petróleo, el sargazo que afecta a los países del Caribe y el tema haitiano, al que dedicó la mayor cantidad de tiempo.

Reiteró solidaridad con los haitianos, y en ese sentido, recordó las obras del Gobierno dominicano en favor de ellos. Agregó que la solidaridad seguirá, pero dejó claro que su responsabilidad es defender los intereses del pueblo dominicano.

Además, planteó que proceso de paz en la vecina nación debe asumirse junto a un pacto social y político, por lo que encomendó la gestión de la Comunidad del Caribe (Caricom) para lograr un acuerdo que permita la mayor legitimidad posible para la aceptación de una fuerza multinacional y la celebración de elecciones justas, libres y transparentes.

El mandatario, quien comparte la idea de Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, con enviar ayuda extranjera, reiteró que “el Consejo de Seguridad tiene que autorizar de forma urgente la misión de seguridad respaldada por la ONU”.

Recordó las resoluciones ya aprobadas por el Consejo de Seguridad, como el régimen de sanciones para evitar el flujo ilítico de armas y el llamado para la formación internacional que solicitado  el secretario general de la ONU y el propio gobierno haitiano para fortalecer a la Policía Nacional de Haití.

En ese sentido, felicitó a los países que levantaron las manos para enviar a sus hombres para llevar la paz a la nación más pobre de América, como Kenia, Bahamas y Jamaica.

“Lo que ocurre en Haití es una ruptura del orden público por parte de elementos criminales sin ninguna reivindicación política o ideológica, por lo que acoger la solicitud de ayuda de las autoridades haitianas enviando una fuerza multinacional, es cónsono con el espíritu y la letra de la Carta de Naciones Unidas y del mandato de esta Organización acorde con el derecho internacional para garantizar la paz”, dijo Abinader en la 78va. Asamblea de la ONU.

«No buscamos confrontación con el pueblo, sino contra los «incontrolables» que construyen canal

El presidente Abinader dejó claro que no desea confrontación directa con el pueblo haitiano, sino contra los “incontrolables” que -según dijo- patrocinan el canal en el río Masacre, el cual viola los acuerdos internacionales entre ambas naciones.

En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, el jefe de Estado contextualizó que el río Dajabón nace en Loma de Cabrera  y que recorre 55 kilómetros hasta desembocar en la Bahía de Manzanillo, en Montecristi.

En los dos kilómetros que el río entra a territorio haitiano es que se levanta la obra, patrocinada por “una reducida elite económico-política para lucrarse con su venta a pequeños productores de la zona”.

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Infografía
Un soldado de República Dominicana permanece en la orilla del Río Masacre, frontera natural con Haití, río abajo de la construcción de un canal en el lado haitiano, en Dajabón. (AP)

La construcción del canal nunca fue debatida con el Gobierno dominicano, ni se suministró documentación sobre su envergadura, impacto ambiental y beneficios, dijo Abinader.

Expuso que además de los productores de ambos países, el proyecto también pone en peligro al parque industrial Codevi, que emplea a 19,000 personas (en su mayoría haitianos) y está ubicado a 300 metros de la frontera con Dajabón. También afecta la Laguna de Saladillo, uno de los principales humedales de República Dominicana.

El mandatario recordó que desde el 2021 ha pedido que se detenga la construcción del canal, pero el Gobierno haitiano no lo ha hecho debido a la debilidad institucional que tiene. “La situación ya ha derivado en una delicada animosidad a ambos lados de la frontera”, enfatizó el mandatario dominicano.

Dijo que eso obligó a que el Gobierno tome acciones contundentes, como el cierre de la frontera, «para garantizar la seguridad nacional, así como para proteger nuestros ríos, medio ambiente y producción agrícola».

No tenemos, ni deseamos ni buscamos una confrontación con el pueblo haitiano, pero sí estamos enfrentando a los actores incontrolables que mantienen la inseguridad en Haití por sus intereses particulares, y que ahora conspiran también contra la estabilidad de su gobierno y la seguridad de los recursos hídricos”, expuso Abinader.

 

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