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Karlen De la Cruz ofrece helados de funditas hechos con víveres en una propuesta innovadora que atrae a turistas y locales en la Zona Colonial

Santo Domingo, RD. Lo que para muchos dominicanos es apenas un recuerdo de infancia —los helados de fundita preparados en los barrios— se convirtió para Karlen De la Cruz Ramírez, una joven de 28 años de Santo Domingo Este, en una oportunidad de transformar su vida.

Karlen, quien desde joven ha impulsado pequeños negocios para sostenerse y ayudar a su familia, encontró en la tradición de los helados artesanales una manera de emprender con identidad. Su proyecto, Ajolcao RD Ice Cream, rescata sabores típicos de la gastronomía dominicana y los transforma en helados de fundita elaborados a partir de víveres como auyama, yautía, batata, yuca y hasta mangú de plátano verde, en un formato que combina nostalgia, creatividad y orgullo cultural.

De vender fresas con crema a crear un concepto único

Antes de conceptualizar su proyecto, Karlen se abrió camino trabajando en el área de la belleza y vendiendo postres, como las Fresas con Crema. Fue en ese proceso que el 14 de junio de este año decidió arriesgarse con una idea poco común: llevar a la Zona Colonial una propuesta que conectara las tradiciones de los barrios con un público más amplio, dominicano y extranjero.

“Quise llevar nuestras comidas típicas a lo dulce, transformarlas en helados exóticos”, relata sobre el origen de Ajolcao RD. Y así, lo que comenzó como un pequeño emprendimiento de postres se convirtió en un proyecto cultural que ha llamado la atención de visitantes y locales.

 

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Sabores que sorprenden

Además de los víveres tradicionales, la joven ha apostado por combinaciones más osadas para quienes buscan experiencias nuevas: helado de huevo, aguacate o queso, todos en fundita.

Para los más clásicos también ofrece sabores frutales como fresa, chinola y mango. Los precios comienzan desde los 100 pesos.

La respuesta del público, según cuenta, ha sido tan curiosa como emotiva:
“La gente se sorprende al probar algo que parece extraño, pero que termina siendo una delicia. Les recuerda su niñez, pero con un giro nuevo”.

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